para MurciaEconomía

Albrech Weinberg, de 99 años, superviviente del Holocausto, ante la apuesta fallida del líder de la CDU, Merz, que buscó junto a AFD para limitar la llegada a Alemania de demandantes de asilo, y que fue tumbada in extremis por el Bundestag ante el frente de la derecha y los ultras contra la inmigración, dijo que “la aceptación de los votos de la extrema derecha por la derecha, le recuerda al ascenso de Hitler al poder en esa misma Alemania”…
¡…Oño!, pues eso mismo vengo yo diciendo y repitiendo en plan cansino de pocos años acá, en estas pobres y humildes páginas mías. Justo eso: que caminamos hacia una vuelta al nazismo, no solo en el fondo, sino también en las formas y en sus siniestras maneras: En todo el mundo, y también en esta España mía, esta España nuestra… Y ahora, para que lo entiendan, en la propia cuna del fascismo, en Alemania (también en la cuna de la democracia, E.U.A.); y si no con los mismos líderes, sí que con los mismos ideales de prepotencia, absolutismo y deshumanismo. Absolutamente.
Los campos de concentración (eufemismo de exterminio) hoy, se extienden por las fronteras europeas y occidentales en un patético cinturón. Trump los está imponiendo en Centroamérica, incluso ha empezado a deportar a la vergüenza de Guantánamo a 10.000 personas que trabajan en EE.UU. para EE.UU… Aquí, el neofascismo de Meloni – allí ya la llaman Mussolini – presente en Hungría también los está abriendo en Albania, a pesar de las leyes aún vigentes que protegen los Derechos Humanos en Europa (al menos en apariencia)… Si cerramos los ojos a tal evidencia generalizada es que nos hacemos voluntariamente ciegos a nuestra propia conciencia. Es justo y exactamente la Banalidad del Mal denunciada por Ahnna Harendt en sus libros. En paralelo, Trump se ha salido de la Oms, ha repudiado a la Corte Penal Internacional, quiere sancionar al Tribunal de la Haya, etc. en un intento de no reconocer las leyes que sabe que ha empezado a vulnerar a partir de hoy.
Tan solo hemos cambiado judíos por inmigrantes, y las cámaras de gas por el exterminio indiscriminado que se lleva a cabo en los propios campos de refugiados (más de concentración, claro). Incluso los propios judíos actuales practican el salvaje exterminio de palestinos y gazatíes: mujeres, niños, ancianos, sin discriminación alguna, en otro Holocausto… ¿dónde, por favor, está la diferencia?.. Ni siquiera existen ya matices, y si existen, son tan burdos como inícuos, y tan inicuos como brutales. Y los criminales se ríen del resto del mundo diciendo que allí, sobre la masacre, van a hacer “una Riviera del oriente medio”.
Hitler también se quitaba de en medio a los disminuidos y discapacitados… Trump igual ha empezado por achacar un accidente aéreo a la Administración anterior y a su política de empleo con respecto a esos colectivos de discapacitados (no confundir con incapacitados). Es tan solo que un ejemplo de por dónde van los tiros. Ni siquiera ha aludido que solo había un único controlador aéreo (capacitado, por cierto), ni que el programa de protección a esos disminuidos data del 2019, cuando él mandaba. Eso le importa un bledo, pero le ha venido de perlas para retirar toda subvención de subvenciones, ayudas y apoyo tanto a estos colectivos como a otros. Deja claro que los que tengan algún grado de discapacidad en su gran Alemania… perdón, América, serán borrados del mapa oficial lo mismo que ha sido borrado el Golfo de México, que ahora se llama allí, de América.
Aquí, en nuestro país, no nos engañemos, seguimos paso a paso el mismo camino, el mismo programa, la misma estrategia… Vox es el partido que encarna todos esos infravalores humanos, y sigue en ascenso porque cada vez son más votos ciudadanos que se adhieren a sus mensajes para la autoignorancia… Su xenofobia, como la del Führer, es de naturaleza fanática, ortodoxa, fundamentalista, y es el caballo de Atila de los que lo votan en urna usando una democracia que ellos niegan de base. Idénticamente a las fórmulas nazis, desmienten los datos y declaraciones de los organismos oficiales: sociales, políticos, económicos, policiales… para sobreponer sus propios embustes, bulos y mentiras.
Las últimas cifras del instituto Nacional de Estadística, por ejemplo, son determinantes: “La inmigración es el segundo polo de crecimiento económico tras el Turismo”… O los informes de nuestra propia y regional Agencia Social y de Economía: “la inmigración aporta un 28% más de lo que cuesta a las arcas fiscales”, o lo que Empleo dice de los 600.000 puestos de trabajo calificado, donde solo el 10% ha sido voluntariamente cubierto por españoles; o que mi amigo Alfonso, el presidente de la Fremm, clame que se necesitan obreros especializados como el comer… o que la prudencia aconseje que, en un país con su natalidad en clara recesión, a ver quién vá a pagar las pensiones de mañana, casi un ya mismo, cuando ellos ya aportan un 16% de las de hoy (datos del Inem).
Todo esto, para Vox y sus burdos mariachis no existe, es un invento. Pero lo malo, lo peor de todo, es que se está llevando a su podrido huerto al partido existente de derecha (¿moderada?)… Y aún hay algo tremendamente peor, y es que nuestra sociedad respira su toxicidad venenosa cada vez más, casi que con auténtico placer, y repite como un loro amaestrado y estúpido la misma pus infecciosa que ellos propagan… Lo que dice el alemán superviviente de Auchswitz que cito al principio de este trabajo, no es ninguna tontería en modo alguno. Es un aviso de alarma sobre la más patética realidad.
Pero es general, ya digo, como lo es una pandemia, o una peste… El tiempo de los valores que cimentaron nuestras sociedades tras la II Guerra Mundial, están en clara decadencia en un mundo cuyos principios se están esfumando. Ya no sabemos/no podemos/no queremos frenar este deslizarse hacia la pura maldad. En su lugar, está resurgiendo la peor esencia de la humanidad: la de los periodos oscuros. Los desgraciados de la tierra seguirán siendo masacrados por los cada vez más poderosos, como en todo mal y peor tempo ha pasado; y los idiotas de los que nos creemos “clase media” nos pensamos a salvo… Por eso mismo necesitamos a los desarrapados, para usarlos como escudo, como también siempre ha sucedido. Pero la Historia nos enseña que luego ese monstruo creado y criado por nosotros también vendrá a por nosotros, sus creadores y criadores; y pagaremos su injusticia y nuestra cobardía con onerosos intereses (con la “crecencia”, decía mi abuela)… Sin embargo, y a pesar de cuánto estamos viendo, no queremos saber lo que luego sí que nos vamos a enterar…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com