El tal Lobato madrileño dimite, como es su obligación moral, y quién queda en muy mal lugar es el Psoe, que huele que apesta a chanchullo de “el jefe”…
El otro tal Mazón valenciano, no dimite, como también es su obligación moral, y quién igual queda en muy mal lugar es el PP, que huele que apesta a chanchullo de “la jefa”…
Como verán, nuestra mediocridad política compite en inmoralidades y chanchullos. Y lo que es aún peor, se copian, imitan y emulan en lo que ambas pandillas son: gente sin clase, desprovista de moral y de conciencia… No son capaces de actuar con lealtad ni para con los suyos, mucho menos con honradez. No se pueden pedir peras al olmo ni vergüenza a los tahúres.
Miguel Galindo Sánchez / www.galindofi.com / miguel@galindofi.com
