El mundo encadena descomunales desafíos globales que nos zarandean: pandemias, un aterrador cambio climático, una guerra devastadora, carestías descontroladas, inflacción desbocada… que, además, provocan graves disrupciones en el comercio y en los suministros, como también en el precio de la energía, claro.
Mientras todo eso ocurre, las cada vez más gigantescas multinacionales aprovechan los resquicios para evitar el pago de impuestos, haciéndose, a la vez, con el control del consumo de los gilipollas de los ciudadanos que nos entregamos tan estúpidamente.
En tanto nos machacan y hunden nuestras economías nuestros propios administradores políticos (sistema de Licitaciones, por ejemplo), las grandes oligarquías financieras nos chupan hasta la última gota de tuétano… Pues cojonudo.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com
