(de Finect)
Todavía nadie ha sabido explicarme cómo los bancos declaran ganancias en cada ejercicio de cientos y/o miles de millones de euros, y cuando en EE.UU. se gripa uno de ellos, todos se tambalean y se ponen a la cola para pedir ayudas…
Aquí mismo confiesan beneficios brutales, y aún nos deben al erario público (todos nosotros) 65.000 millones de la crisis del 2008, que no piensan devolvernos.
Decía Simone de Bouvoir que “el opresor no sería tan fuerte sin sus cómplices entre los propios oprimidos”… Pero yo digo que la complicidad está en los políticos, que roban a los ciudadanos para engordarlos a ellos.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com