EL CIRCO DE TRUMP

Para MurciaEconomía

Yo no sé si esto es un circo, o un companaje, o un compadraje, o la salsa de una ensalada, o el rosario de la aurora… Pero es el grupo de asesores del que se rodea Trump, el mayor y más impredecible mandatario mundial, que se pelean y critican entre ellos, pero eso sí, nunca, jamás, lo hacen con el gran gorila, al que adoran como a King Kong… Conforman un grupo de especímenes, todos multimillonarios, pero cuya capacidad deja mucho que desear para asesorar al máximo mandatario de un país como EE.UU. de América. Demos un somero repaso, si bien ignoro, dado lo que hay, si alguno de estos jenífaros durará en su puesto cuando este artículo sea publicado:

Elon Musk, el hombre más rico del mundo mundial, protagoniza también el más loco y rocambolesco; el que hace el saludo fascista urbi et orbe; el que tiene a Adolf Hitler por comunista; el que pone a sus hijos como nombre un código alfanumérico como si fueran robots… Una auténtica joya como paranóico.

Peter Navarro, un radical de los aranceles, ha sido demócrata, después republicano, luego fué independiente, y ahora es trumpista; un tipo, como ven, de lo más fiable… Su mayor valor de fiabilidad para Trump es la condena por desacato ante la Comisión Investigadora del salto al Capitolio, que le valió la cárcel. Es un obseso anti-China y un enfermizo de la guerra económica… Ya ha tenido un enfrentamiento con Müsk al que ha llamado “auténtico imbécil, más tonto que un saco de ladrillos”. Tal cual es su nivel intelectual… Otro sujeto, Scott Bessent, es el Secretario del Tesoro, y ejerce de correveydile con la Bolsa y los inversores; un elemento que, nada más ser nombrado, se compró en Washington una casa de 15 millones de dólares para poder vivir con su marido (es homo)… Cuando su jefe motivó el primer batacazo en Wall Street, salió a justificar: “ha sido la estrategia del presidente desde el principio”. Cuando reculó, ya no sabía qué decir, ni como tapar el zig-zag del cabezatinte.

Howard Lutnick aspiraba al cargo del anterior, pero como el jefe se encaprichó con el otro, a él le largó la Secretaría de Comercio, esto es: lo de la montaña rusa de los aranceles, que, entre alzas demenciales, treguas y variaciones, ya no sabe a qué atenerse ni lo que decir, ni cómo explicar lo inexplicable, así que el quasimodo de su jefe le está retirando su confianza… otro tal que se mercó un casoplón en la capital en el que se gastó 25 millones de dólares, y va a durar menos que un paragüero en Murcia… Stephan Mirem es el presidente de aqueste Consejo de tan alto nivel mental. Su catecismo es tan elemental como alucinado: EE.UU. debe garantizar la seguridad mundial y económica “por la que todos los países deben pagar por sus tales servicios de liderazgo; bien sea con aranceles, compra de armas, inversiones, otras concesiones, o simplemente firmando Cheques del Tesoro”…

Kewin Hasset, un sujeto alucinado, que en pandemia, y sin experiencia en epidemiología, elaboró un modelo cúbico que pronosticaba una caída a cero de las muertes por Cóvid, a los dos meses de estallar el pandemónium en que su actual jefe quería vacunas con lejía, y le cayeron encima miles de muertes, ahora el sumo tarado lo ha puesto de Director del Consejo Económico y Social. Que Good les pille confesados…Hay otro, un tal Jamieson Greer, que es el palmero fiel, más o menos de rol oficial, de Trump. Un nombramiento como Alto Representante comercial de EE.UU., que ni pincha ni corta, pero que da cara y juego a melenaloca, en sus viajes de iluminado. Esa es la corte del farahón… Y en sus manos estamos.

Nuestro PeriSancho, ante tal apocalipsis, ha salido disparado como un cohete para China… Prefiere besar el culo de un “malo” listo que de un “malo” loco… A mí no me parece mal, aunque tampoco me parezca bien, qué quieren que les diga. Habrá que buscar salida a nuestros productos, y la balanza de China está tan desequilibrada a su favor que es el mercado idóneo para tratar de nivelarla; todo es cuestión de intentarlo… Lo que no me parece bien es que lo hagamos por libre, sin coordinar con una UE, en cuya nave estamos embarcados, al fin y al cabo. Luego, como le entró cierto cánguilis, mandó el cuerpo de Cuerpo a EE.UU. ha hacer la pantomima del besaculos.

Porque lo que dijo el portavoz de la corte trumpista de que eso era “como cortarse el cuello” es como si lo dice el verdugo que tiene el hacha en la mano dispuesta a la poda… Y que lo diga Feijóo es lo mismo que si lo dice el contra-eco: siempre larga lo contrario de lo que el otro haga o diga, tanto si lleva como si no lleva razón. Para él, hacer oposición es eso, aunque vaya contra los intereses de los españoles. Es un opositor siempre a la contra, simplemente eso… como en aquella película de las gemelas marisoles: si tú a Boston, yo a California.

Lo único cierto (por ahora) que tenemos es el decreto del que se cree el amo del mundo: “O yo, o el caos”. No tenemos otra. Y tan solo hay un par de caminos que andar: o hacerle frente, o rendirse… Lo segundo es fácil, él mismo ha indicado el camino: “vengan a lamerme el culo, y les advierto que hay cola”, y lo primero es afrontar el riesgo de hacerle frente y acabar de una vez con este chuloeme… Y aquí también tenemos dos caminos: o el de “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”, y en esto los chinos precisan de nosotros tanto como nosotros de ellos; o acelerar la unión comercial y fiscal de Europa para formar un tercer y sólido bloque que medie entre ambas superpotencias.

Quizá que lo más inteligente sea utilizar la estrategia de alianzas del primer camino a fin de fortalecerse para andar el segundo camino. A todos interesa… Mientras tanto, estaremos en riesgo de ser sacudidos a diario como un juguete roto según la noche que le haya dado la Melania al mono. Un malcriado y esquizofrénico sujeto, con una cohorte de tontolhabas a su exclusivo servicio…

J. Viñals, uno de nuestros mejores economistas, lo afirma: “acelerará el declive del imperio estadounidense”. Cierto, pero también se va a llevar al resto del mundo por delante, si entre todos no paramos a este “peazo animal”.

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / www.escribirgo.com / miguel@galindofi.com

Escriburgo

Durante 30 años fue vicepresidente de C.O.E.C.; durante 20 años Juez de paz; durante 15, Director de Caritas... Es autor de cinco libros. - Ha fundado varias ONG's, y actualmente es diplomado en RSC para empresas; patrón de la Fundación Entorno Slow, y Mediador Profesional.

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