DE VERDADERA PENA…

EXCLUSIVO PARA MURCIAECONOMÍA

A mí, personalmente, lo de la “celebración”, o memorización, o lo que sea eso, del 50 aniversario de la muerte de Franco, la verdad es que no me parece ni bien ni mal, sino todo lo contrario. Vamos, que, simplemente, no me parece; ni se me parece, ni se me aparece… Que ni lo veo necesario, vaya. Y menos cuando en España aún no hemos aprendido a superarlo, en ambos sentidos de los que hacen – o deshacen – la Historia; mucho menos cuando no sabemos siquiera (porque no queremos saberla) lo que es la propia Historia. No somos capaces de superarnos a nosotros mismos, mucho menos entonces a esa nuestra propia historia.

El Gobierno, socialista, lo justifica como algo que hemos de aprender para no caer en lo mismo (dictadura) e invita hasta a la misma Monarquía a participar de lo que un día fue parte intrínseca… El buen sentido del Rey dispuso tener la agenda al completo. En cuanto a la oposición, cogida con el pie cambiado por la ocurrencia, la critica, claro, por lo suyo y por su contrario… Mientras su insigne portavoz Miguel Tellado les avergüenza de festejar lo que fue “un régimen dictador y de represión” (sic), un jóven colega suyo diputado del mismo PP – siento no haberme quedado con su nombre – alaba en la Cámara los 40 años franquistas, asegurando que fueron lo contrario de lo que dicen que fueron (¿?)… Mi personal impresión es que no se les ocurrió a ellos el detalle, y entonces, todo vale para criticar la infausta iniciativa. Total, lo mismo da que lo mismo tiene. De habérsele ocurrido a ellos, el propio Sánchez, y su propio Psoe, se hubieran opuesto con cualquier liebre sacada de su chistera.

Estamos viviendo una sociedad absurda, descolocada y aborregada, y, sobre todo, voluntariamente mal informada… Un grupo de estudiantes instituteros vallisoletano, del Núñez de Arce, dirigidos por su profesorado, partieron en autobús en excursión a Cuelgamuros, dada su particular visión histórica del acontecimiento: proliferación de banderas carlistas; saludos fascistas a mogollón; Caralsoles a chorro  en las vibrantes gargantas; y un desmedido repertorio falangista sacado de lo más granado del facistoideo… Uno de sus destacados profes les prometió: “a estos rojos no les gusta que os llevemos al Valle de los Caídos, así que el año que viene os llevaremos al Palacio del Pardo”… (EP,10-01)

Pues divino de la muerte… así se enseña, si no la Historia, sí el odio, empezando por odiar la verdad de la propia Historia. Yo espero una marea de descalificaciones mutuas por ambos lados de la muralla que, entre todos, hemos levantado nosotros mismos. A ver cual de qué parte falsea y embustea más, y divide más, y esparce más odio entre nosotros… Me dá pena, mucha pena. Y vergüenza, mucha vergüenza; porque recuerdo una idílica y casi perfecta Transición en la que nos abrazamos todos en el respeto a las ideas y ante la libertad de pensamiento político… ¿Qué hemos hecho de aquello, salvo tirarlo al cubo de la más inmunda basura?.. ¿qué nos queda de lo que fue calificado por el mundo entero como modélico?..

Pero es un virus universal, no solo de España… El propio Elon Musk, el millonario más millonario del mundo que se ha comprado un país (EE.UU.) con presidente (Trump) incluido en el lote, con los que se dispone a asaltar el resto del mundo, ha declarado urbi et orbi, Vox et Pópuli, que Ángela Mérkel era una bruja líder “verde”, y que Hitler era un destacado comunista… Naturalmente, como lo era Mussolini y hasta el propio Franco nuestro que aquí ahora recordamos. Comunistas perdidos hasta las trancas.

Y como ha pagado el derecho, y ha financiado libros, publicaciones y redes, puede hacer que los demás nos vendamos a sus proclamadas “verdades”, o mentiras, ¿qué más dá ya?.. En el fondo, son lo mismo y los mismos jugando a disfrazarse de lo que toque en cada momento… La realidad real es que Hitler fue tan comunista como Stalin fue fascista. Ambos practicaron la dictadura, el absolutismo, la oligarquía, el asesinato y el terror como forma de gobierno. El primero masacró a millones de judíos en sus campos de exterminio, y el segundo a millones de sus inventados oponentes en sus progromos siberianos… ¿Qué más da la etiqueta si fueron los mismos criminales?..

Pero ni de nuestra Guerra Civil, ni de las dos Mundiales, la gente hemos aprendido nada. Ninguna lección, ninguna conclusión, ninguna nada de nada… Los viejos populismos, que es de lo que, en definitiva, se trata: de populistas, han vuelto con nosotros. Y no han vuelto, es que ya estaban, siempre han estado, con nosotros y entre nosotros. Sus sangrientos fantoches andan repartidos por todas las naciones del mundo: Putin, Erdogán, Netanyahu, Trump, Miley, Meloni, LePen… ahora también en Austria, y en Alemania; y a los españoles votándolos cada vez más gente de los que practicaban un bipartidismo por el que se sienten traicionados, y que les devuelven la traición traicionando al propio país, como a todo derecho humano universal.

Son los mismos de entonces, que reivindican lo mismo de siempre: importa el poder absoluto, no el idealismo que se encarna para conseguirlo. Tonto el que así lo crea. De hecho, los ideales se usan y se tiran, se visten y se desnudan de principios; se ríen de la Historia y de nosotros cambiándoles el significado de lo que fueron si con eso tapan el cómo fueron, que es lo único que interesa ocultar… no sea que todavía algunas personas practiquen el nefasto hábito de pensar, o, mucho peor, de decir lo que piensan…

… Y nos entrenan a nosotros mismos como perros fieles de esas caducas y falseadas ideologías para mordernos entre nosotros mismos… El valor de la famosa obra de Ahna Harendt, “La banalidad del Mal”, reside en analizar la base, el origen, la naturaleza y la estructura de ese mal, precisamente. Y no está en sus inhumanos líderes, si no en sus deshumanizados ciudadanos, seguidores y aupadores del mal que ellos entrañan… Y nuestra ciudadanía, lo queramos o no, nos guste oírlo, o leerlo, o no, alentamos, practicamos y justificamos los campamentos de refugiados, que convertimos en desaparecidos, de un mundo al que le sobran todos los que no seamos nosotros mismos.

Escriburgo

Durante 30 años fue vicepresidente de C.O.E.C.; durante 20 años Juez de paz; durante 15, Director de Caritas... Es autor de cinco libros. - Ha fundado varias ONG's, y actualmente es diplomado en RSC para empresas; patrón de la Fundación Entorno Slow, y Mediador Profesional.

Deja una respuesta