Cuando fuí zagal, en pleno y duro franquismo, simplistamente creía que la gente de izquierdas era inteligente, generosa, solidaria, de honradez congénita, y ciudadana del mundo, y que los de derechas eran lo contrario a todo eso…
Hoy me doy cuenta que, cuánto más a la izquierda miro, más al revés de lo que pensaba; como cuánto más a la derecha me fijo, más veo a la derecha de antes reflejada en la extrema de ahora… Es, claro, mi visión personal.
Ya no confío en las ideologías, si no en las personas, con independencia a su posible opción política. Es la cultura de los valores la que hace humana al ser humano, no unas tendencias ideológicas que se han subvertido en pura ignorancia.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com