
De nuevo me tropiezo en el Génesis (1:24-25) con aquello de que “Y creó Dios al hombre a su imagen; a imagen de Dios lo creó; varón y hembra lo creó…”, y de nuevo se me plantifican en las entendederas las más que razonables dudas y posibilidades a que dan lugar semejante aclaración que la Biblia pone como declaración fundacional del ser humano en el origen de todo lo creado. Antes fue hecho el mundo y cuántos animales y plantas, y vida toda, habitara la Tierra, para que su cumbre: nosotros, pusiéramos nombre a todo… “Fructificad y multiplicaos; llenad la Tierra y sometedla; ejerced potestad sobre los peces del mar, las aves de la tierra y todas las bestias que se mueven sobre la tierra”.
Lo primero de lo que las Iglesias hablan mucho es sobre el detalle de “a su imagen lo creó”; pero de lo que hablan poco, muy poco, es sobre el de “varón y hembra lo creó”… La primera lógica que se impone es suponer, al menos, una de dos variantes: o esa imagen es la de un ser andrógino, con ambos atributos en sí mismo; o es que, como poco, eran dos los creados: un varón y una hembra; o aún lo más razonable posible: una colectividad o grupo primigenio de pre-humanos evolucionados a los que se les llama “Elohim”, y que – lo he repetido muchas veces – en hebreo antiguo “im” supone el plural, por lo tanto, serían dioses… Así que lo que ustedes vean y consideren más razonable.
Desde luego, mi sentido (no sé si común, o no) me dicta que de Dios al ser humano existe demasiada distancia; es como compararnos nosotros con unas acelgas… no encaja con el sistema de escalones evolutivos existente en “su” Creación. De la perfección de Dios al tuercebotas del Hombre hay demasiado espacio vacío como para no pensar, que, por cierto, es el principal y más importante atributo que se nos concedió, en su tiempo y a su tiempo. Así que no, claro, yo creo que entre ambos hubo/hay algo más que está mal interpretado, si no ocultado.
Naturalmente, las religiones rellenaron el hueco con los “ángeles”, así, a granel, como un pegalotodo: aquí entran una serie de jerarquías, tanto de ángeles buenos como de ángeles ,malos, por lo de “caídos”, que de todo hay en la viña del Señor… Sin embargo, sin negarlos (yo creo en ellos y en su cercanía a nosotros), también creo en una… digamos “semicorporalidad” que tuvieron que utilizar en nuestra propia puesta a punto, según la narrativa de los hechos. Los Elohim, Jehová como responsable-delegado de los primeros productos humanos puestos en marcha, no creo que se hayan esfumado del cosmos así como así; ni que hayan desaparecido del vademécum entre Dios y los Hombres como por arte de birlibirloque; ni que se hayan evaporado de la escala evolutiva a la que todos vamos enganchados y que rige el Plan de la Creación. No, no lo creo.
Ítem más: todos las antiguas culturas, absolutamente todas, sin olvidar ninguna en el tintero, han dejado testimonio de dioses instructores que han visitado y/o guiado a la humanidad regularmente; que le han enseñado las labores de la tierra, el pastoreo de ganado, el arte de los metales, y el cómo prosperar y dominar la naturaleza, esto es: enseñarles ese mandato bíblico de “ejerced la potestad sobre toda la tierra” que dice el Génesis…Instructores que todas esas viejas culturas, absolutamente todas, como digo, señalan como “venidos de las estrellas “, o como “salidos del mar”. Y que hablan de ellos como varones y hembras, sin distinción.
Esto resulta innegable… La cuestión al día de hoy, en nuestra actualidad del siglo XXI, es: ¿dónde están?, ¿siguen actuando?, ¿tan solo nos vigilan?.. ¿por qué todos los que saben, callan?.. A estas alturas del rosario, lo único patente es un clamoroso silencio por parte de todo, “potestas/potestatis”, sean éstas confesionales, políticas, sociales, económicas o mediáticas; si bien, estoy seguro de ello, muy seguro, muchas de ellas saben más de lo que cuentan y cómo lo cuentan, pues a ninguna de ellas les interesa destapar ciertas ollas. Y casi que mejor así, pues tan solo contarían bulos y mentiras.
Yo solo sé lo que intuyo, y lo que leo y cuelo por el cedazo, que tampoco dejan de ser más que teorías más o menos acercadas a la puñetera realidad… Y lo que se ve a simple vista (hay que estar muy cegato como para no verlo) es el cambio de paradigma que se nos viene encima, señalado desde todos los parámetros que uno se aúpe a otear, y que, al igual que los ocurridos anteriormente en la Historia, a la humanidad le pilla en bragas y de carnavales… Y no lo ve venir porque no quiere verlas venir; porque vive de culo a la realidad y rezando al tótem de la tribu que más fiestas y procesiones les asegure, que es lo que se le ha enseñado y le es más cómodo.
Tampoco quiero que me tomen como un visionario, ni por un profeta, ni por un trompeta, ni por nada de nada, por favor… Aparte de que no me interesa el papel en la función, es que para lo que me pueda quedar de estar en el convento, ya saben, en el primer apretón, pues eso… Así que veré el desenlace de esto desde donde Dios me tenga dispuesto, si es que dispone algo para los de rol raro, que vaya usted a saber. Lo cierto, la verdad, es que, por un lado, tengo cierta malsana curiosity de ver cómo termina este acto, y por donde apunta el siguiente. Pero, por otro, tengo un marcado cansancio; cierto hastío y aburrimiento; cierto desengaño y frustración, y cada vez me siento más solo en aqueste patio de butacas, así que…Pero, eso sí, mientras tanto pueda hacerlo, este pobre y desnortado cronista les irá contando, a su manera, claro, el desarrollo de los últimos minutos del partido. Prometido queda… hasta donde pueda.
Miguel Galindo Sánchez / info@escriburgo.com / www.escriburgo.com