“Llamadme mayor, no viejo…”, decía un amigo mío a unos escuchantes jóvenes, a los que estábamos… ¿formando o informando?.. bueno, es lo mismo, pues si se hace lo segundo se consigue lo primero, e incluso al contrario también funciona… Y les decía eso, porque existe una marcada diferencia semántica de significado entre “viejo” y “mayor”. Y es de cajón, naturalmente… “Viejo” es algo gastado, ajado, a punto de rotura o inutilidad, algo que puede ser valioso por su añosidad o antigüedad, pero solo como objeto decorativo, si acaso. Sin embargo, el significado de “mayor” es el de más grande, más alto, más saber, más… mayor, más lo que sea. Indica cantidad o tamaño, o talla, o medida, incluso dignidad o grado… Evidentemente, no es lo mismo.
Lo de “anciano” es un término intermedio, que intenta aglutinar ambas propiedades, la de la vejez y la de la “mayorez” – permítanme el palabro – y para mí, como para las antiguas culturas, añade ecos de sabiduría a los de fragilidad. En muchas civilizaciones, un anciano es un consejero destacado, un consultor experto, un ser sabio… No así en nuestra actual sociedad, ni en nuestra actual época, por desgracia para esa misma sociedad y época, que desprecia la experiencia acumulada por los años de existencia. Una manera pobre y ciega de encarar la vida…
Es que los viejos, los mayores, o los ancianos, padecen (padecemos) senilidad, algo muy propio de la edad… Así es, pero no necesariamente todos están/estamos seniles… Digo más: la mayoría que lo son, es porque ya han sido condenados a tal senilidad por la sociedad circundante, Se apartan, se quitan de en medio, se barren y arrinconan a “sus” lugares de vejez (a veces, hasta presumimos de que en eso hay dignidad, cuando no hay ninguna), y lo que se hace, precisamente, es provocar, o adelantar, la aparición de esa senilidad de la que luego los acusamos muy oportunamente, y utilizamos como excusa para eliminarlos, no de la circulación, pero sí de nuestra circulación…
…Y tenemos esa inmensa sociedad de personas mayores, o viejas, o ancianas, o seniles, a las que, entre todos, de la administración sobre todo, e inclusive con la colaboración de ellos mismos, hemos re-colocado en centros, residencias, aparcaderos y acogederos… También pisos, viviendas, donde aún se les respeta la dignidad de su autonomía, aunque eso conlleve también, en muchos casos, la triste compañía de la soledad y el abandono. Y, encima, son víctimas propiciatorias de engaños, estafas, robos, incluso asaltos y violencias, por parte de desaprensivos que les brindan una falsa, embustera y emboscada ayuda humana, de la que tan necesitados se encuentran.
El problema reside cuando se desarrolla una desconfianza y rechazo automático, como lógica actitud defensiva, y pueden “dar puerta” a legítimas actuaciones de ayuda auténtica y veraz, y de apoyo desinteresado. No siempre las administraciones aciertan a dar con la tecla a la hora de informar a sus mayores (sean o no ancianos) de las actuaciones a las que garantizar como de confianza, así como de los que se deben guardar. Pero es cierto que sus servicios sociales suelen tener convenios con organizaciones fiables y aconsejables que ayudan, informan, asisten y sirven a los que estamos en situación del ya último DNI… Aunque para eso están también los familiares, los próximos y vecinos, los genuinos prójimos… y los teléfonos móviles.
Por ejemplo, en nuestra comarca funciona una asociación, AFAL, de apoyo y atención leal y cabal. Lleva un cuarto de siglo funcionando, aunque poca gente la conozca. Recientemente ha establecido acuerdos con ayuntamientos de la zona para dar servicio a cuantos viejos, ancianos o mayores necesiten de ellos, incluso con presencia de oficinas abiertas en nuestros pueblos… Lo extraño es que sean parcos en darlos a conocer, pero miren, si les llaman de Arfal, atiéndanlos, óiganlos al menos, y préstenle atención…No les van a pedir nada, pero le van a ofrecer mucho. Y son de absoluta fiabilidad, se lo garantizo…
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ / El Mirador / https://miguel2448.wixsite.com/escriburgo / viernes 10,30 http://www.radiotorrepacheco.es/radioonline.php