(de Expansión)
Bueno… pues tras las fiestas navideñas y findañeras, donde, a pesar del lloriqueo continuo y cansino sobre la carestía de la vida y el precio de los alimentos, se habrá tirado la casa por la ventana, y, borrachos y satisfechos de ello, habremos cumplido con la gozosa misión de la tradición…
…Tradición de haber comido y tirado a la basura un sobrante equivalente y suficiente para haber salvado la vida a 16 millones de niños que mueren de hambre al año en todo el mundo. Las cuentas están hechas y son absolutamente ciertas y reales.
Es responsabilidad exclusivamente nuestra, mal que nos pese… Lo de la conciencia lo dejo a la ídem de cada cual. Y no digo lo de la paz del villancico por lo de las guerras que mantenemos liadas los hombres de dudosa voluntad.
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ – www.escriburgo.com – info@escriburgo.com