La diferencia entre las épocas de la Historia más reciente es haber pasado en tres o cuatro décadas de una información medianamente fiable a una absolutamente infumable… Ayer, la “endo-ética” periodística aún se encontraba en los medios de comunicación; y hoy ha de hacerse una labor de análisis comparativo, a faltas de otros puntos de referencia, poner el filtro de la lógica y funcionar el motor del sentido común puesto en posición disección constante, para saber cuándo nos están suministrando falsedades por certezas… El método más utilizado es el de las medias verdades, ya saben: vomito media verdad, omito la otra media, la escondo, y a la que suelto le imprimo la tendenciosidad de la ordenada tendencia… et voilá, servida está.
Cualquier persona capaz de pensar (el sistema procura que haya cada vez menos) vé, por ejemplo, nuestra Regional 7, como cualquiera de las llamadas autonómicas, y lo primero que viene a la cabeza, por pura inercia, escuchando a los robots figurantes que nos ponen por delante es: ¿tan necesario es tirarse cuatro o cinco años en sacar la carrera de periodismo para eso?..para luego ser un repetidor sin alma ni cerebro de lo que les dictan que digan. Creo que sobran años y asignaturas para llegar a ser bustos parlantes, que no pensantes… Si un Diploma y un Carnet de periodista no garantiza una mínima capacidad de análisis propio de las noticias que está vertiendo, sirven de muy poco. Para ser la etiqueta de La Voz de su Amo no hace falta título alguno.
Examinen, a corto panorama, por otro ejemplo, y enfoquen la figura de nuestro orondo López Miras, como patrón de nómina de esa misma Siete: le explotan las costuras de proclamar la indignidad de Satan-Sánchez, que va a perdonar a Cataluña un buen pellizco de su deuda histórica, entre otras maldades, pero se calla un par de cosas, o tres, al menos: que eso no lo pueden hacer sin modificar antes la Ley de Financiación Autonómica (pendiente de hacer desde el gran maestre Rajoy, por cierto); que, cuando se haga, se beneficiarán todas las regiones de la quita en la misma proporción; y que a la nuestra le tocará un pico de 2.000 millones en el reparto… Luego, cuando la gente se entera, entonces larga que es que él pide el 80% de la quita, y no el 20% que corresponde… Esto es, a su discurso demagógico le secuestra lo que conviene al principio, y luego retuerce el concepto, manipulando así la media verdad y convirtiéndola en un embuste completo.
Vamos ahora, si les parece, a ampliar el foco a un ejemplo del mundo mundial en la guerra israelí/gazatí: Desde el mismo principio, a los enviados de Tve, como a tantos otros “oficiales”, el gobierno israelí les `prohibió informar desde dentro; solo desde fuera de la actuación armada del ejército podían largar lo que el portavoz de sus FF.AA. les suministraba… Tan solo cuando los libre-informadores entraron a través del Líbano y pudieron emitir con pelos y señales las atrocidades de indiscriminada “limpieza” que se estaban dando, mujeres y niños masacrados, hospitales arrasados, normas humanitarias internacionales violadas, etc., el mundo pudo darse por enterado de la genocida aniquilación programada por el estado israelí.
Podemos seguir poniendo ejemplos a medio foco, pero todo está medido con el mismo patrón suministrador… En lo nacional, como otro ejemplo más, se habla mucho de investidura sí, investidura no, que es la prioridad de las dos fuerzas políticas mayoritarias, esgrimiendo el arma de la constitucionalidad; pero nadie dice, y todos ocultan, que tampoco es anticonstitucional, puesto que la Constitución simplemente “no sabe, no contesta”… La manipulación de los ciudadanos por parte de los partidos ultras que los están arrastrando hasta el uso de la violencia y el enfrentamiento es el fruto de una desinformación inoculada en vena con dósis de odio incorporada, que solo puede explicarse a través de una deseducación cada vez más presente en la sociedad.
Como también en la Declaración del Defensor del Pueblo respecto a su Informe de los casos de pedofilia por parte de la Iglesia Católica, se ha secuestrado una parte de información: aquella en que cualquier Estado europeo exige lo que el nuestro no hace, por ser preso de un Concordato alucinante con un Vaticano apabullante… Ejemplo concreto: Gabilondo reclamó a la jerrarquía católica su compromiso con la reparación a las víctimas (EP-3/11), y tan solo salió lo de la reparación a esas víctimas, pero por parte del Estado, que no es otra cosa, ni más ni menos, que las propias víctimas se paguen de su bolsillo su propia reparación, y que su verdugo se vaya de rositas.
El por qué todas estas cosas ocurren, la causa y el motivo de que esté pasando esto, es por una razón a la que solemos dar la espalda: porque nos han convertido en receptores naturales, y defensores principales, de sus consignas politicoideológicas. Nos creemos a mentes juntillas lo que nos dicen los de “nuestra camada ideológica”, nos cerramos a ver lo que nos ocultan, y atacamos a los rivales como cancerberos descerebrados. Y así nos enfrentan en la calle a unos contra otros, convertidos en “sus” soldados, divididos, e impidiendo a la vez que juntos les pidamos cuentas a todos ellos.
Si existe el fenómeno de desinformación es porque antes se ha procurado el de “desformación”… Se nos ha dejado de formar para que luego se nos pueda desinformar, y lo aceptamos como los idiotas en lo que nos han re-convertido. Una vez eliminada la capacidad de pensar, razonar y evaluar por nosotros mismos, nos convertimos en embudos vacíos por los que distribuir cualquier brebaje. Ya no funciona el entendimiento, sino el enfrentamiento.
Si ustedes creen que exajero, que no llevo razón, que soy un visionario estúpido, entonces díganme porqué nuestra sociedad, como la mundial, está tan irracionalmente polarizada con todo como hoy lo está… Con que me contesten a esa sola y única preguntica me conformo. Pero no me la van a responder, por efecto de esa misma causa. Y en el fondo también, porque no lo quieren reconocer. Y no lo quieren reconocer, porque entonces apareceremos todos y cada uno de nosotros como el ganado de borregos camino del matadero en el que gustosamente nos hemos convertido.
Solo nos falta un tanto así para adoptar y adaptarnos a la imbecilidad de: ¿y tú, a qué desinformación te has apuntao, acho, tío?.. ¡Ah!, pues yo me he apuntao a la opuesta, faltaría más, Tomás… Y partirnos la cara tras pancartas distintas de diferentes siglas, pero ambas adictas y adeptas a la partitocracia. Así de tontos somos. Que abrazamos las técnicas de herr Göebbels sin darnos cuenta de nada.
