(de Alba Editorial)
Decía el gran escritor Steffan Zweig, que existe una especie de ley irrevocable en la que parece que la Historia niega a sus contemporáneos la posibilidad de conocer, en sus inicios, los grandes movimientos que determinan su propia época.
Y eso mismo lo estamos viviendo en este presente nuestro. Los que viven y sienten, e interpretran todo, según los parámetros de su partido, que no de su ideología, no ven la trascendencia de los actos que se desarrollan fuera de su “delimitada” percepción.
Yo lo comparo a un mapa: si vivimos en un punto del mismo solo vemos ese punto; pero si nos elevamos, podemos ver todo el mapa.
Miguel Galindo Sánchez / miguel@galindofi.com / www.escriburgo.com