Se pueden hacer las cuentas a corto, medio o largo plazo, eso lo entiendo. Como también entiendo, y lo confieso aquí y ahora, que yo no soy economista, ni ningún ísta, y, por lo tanto, puedo ser refutado por cualquiera que tenga un titulico colgado en la pared… Incluso por cualquier político que pueda verse retratado – van a ser muchos – o por todos aquellos que viven de sus intereses en la materia – van a ser demasiados – . Pero miren, a corto plazo, puede, pero ni a medio ni a largo plazo salen las cuentas. Y ya saben los que me leen lo del refrán aquel de “Pan para hoy…”
Leo los periódicos, y solo veo aleluyas y congratulaciones, y hasta una desmedida autosatisfacción, si me lo permiten vuecencias, porque en materia de turismo hemos sobrepasado las cifras esperadas. Todo un éxito. Y nos rascamos la barriga tan felices, ufanos y contentos. Vale… pero si ese es el cohete verbenero que impulsa lo de las cifras de empleo, de las cuales también presumimos mogollón por cierto, y es cierto y verdad que lo es, no deberíamos olvidar que el empleo basado en el sistema de fijo/discontínuo, es un empleo precario, fantasmal (ingenieros, economistas, médicos y otros trabajando de camareros), aparte del bajo-bajísimo estipendio por horas echadas. Un empleo forzado y esforzado, vamos… no forzudo.
Pero es que, si nos ponemos las gafas de ver de lejos, este “polo de desarrollo”, como lo definían los tecnócratas opusdeístas de Franco; o ese otro descaradamente propagandístico de “El Turismo es un gran Invento”, de don Paco Martínez Soria, o yo estoy muy equivocado (me gustaría estarlo, no crean) o tiene, si no los días, sí que las décadas, contadas… En este país, desde luego, se habla mucho de “sostenibilidad”, y se queda muy bien pronunciando tan maja y mágica palabra, abrepuertas y consentidora, pero un servidor de los frailes duda, y mucho, que entendamos su estricto significado.
Está tan sobradamente demostrado, que, hasta la propia ONU lo anda diciendo en todos los foros que le quieran escuchar, pero lo del Cambio Climático no tiene nada de cuento y va en progresivo aceleramiento… Es más, que ya resulta irreversible, salvo que el concepto de “irreversibilidad” tampoco queramos entenderlo, claro. Que esto va a peor y cada vez más deprisa (ya no es ni catastrofismo, es solo puro realismo), y que ya no hay marcha atrás, si acaso, un intento de frenada cada vez más débil…
Y sabido es que el fenómeno turístico, al que aquí nos agarramos tan desesperada como inconscientemente, va en contra del medio ambiente de forma y madera directamente proporcional: la emisión descontrolada de gases de efecto invernadero producido por el desplazamiento de masas; consumo igual de incontrolado de recursos naturales en los lugares de hacinamiento; destrucción progresiva del medio natural; proliferación de actuaciones masivas en pro de ello… todo con un conocimiento, y cocimiento, tácito, de causa, pero sin reconocimiento explícito.
Me van a permitir un ejemplo concreto que nos afecta a todos los de esta región, precisamente: sabemos del enorme y acuciante problema que nos supone la escasez de agua. Por un lado, la que recibimos tiene los años – quizá los meses – contados, dada la escasez nacional por la sequía general, producida, por cierto, por ese cambio climático producido por nosotros mismos; y por otro, nuestra sequía particular que hace que nuestros pantanos estén, hoy por hoy, al 20% de su capacidad… Sin embargo, hemos de atender el consumo de una población triplicada, o cuadruplicada, por efecto de nuestro exitoso turisverano.
Por si esto fuera poco, la administración regional se propone permitir la edificación de miles de viviendas en el litoral, que yugulen a nuestra laguna, por un lado, y que aumente el impacto medioambiental por la generación de residuos, por otro, aparte el aumento de consumo de recursos naturales… Creo que a eso le llaman (o eso he leído yo por ahí) “visión de futuro”.
Pero yo me pregunto, y excusen que lo haga extensivo a ustedes: ¿de qué futuro hablan?.. ¿acaso creen que van a haber turistas tan tontos como para venir a soportar temperaturas de 50º?.. Porque eso van a encontrar en muy pocas décadas: un panorama desolado y desolador, con una laguna muerta de aguas calientes bajo estíos sofocantes… Algo, por cierto, a lo que estamos colaborando activa y efusivamente, en vez de intentar frenarlo prudentemente… Dígame, con sinceridad, ¿usted marcharía de vacaciones a un sitio así?..
Bueno… pues algo tal que eso mismo es lo que veo y leo en mi entorno actual. Los medios de comunicación se felicitan, entre las babas de la Administración y el ruido de las cajas registradoras del sector, porque hemos llenado el cupo de amogollonamiento y estamos a reventar; pero lo que aún es peor: animan desaforadamente (no sé si responsablemente) a depender de un solo y único medio de subsistencia: el desarrollo hostelero. Todos por, a, y tras, de ello… ¿Recuerdan aquellos frontispicios de las casas-cuarteles del orden: “Todo por la Patria”?.. pues ahora, todo por la hostelería, tía María…
Y ante este camino ya antetrazado – se nota mucho, se nota demasiado – los españolitos de pie, coche y terraza, aplaudimos a rabiar. Al fin y al cabo es el cacho más acho de nuestra propia genética existencial: los bares, el tardeo, el nocheo, el terraceo que te veo; el “de la hostelería, me fío, tío”, o el de que “yo no puedo vivir sin ella”, y sin la paella.
No es una crítica, aunque pueda parecérselo a algunos, sino la constatación de un hecho. Por eso en esto, las autoridades responsables, como el César, le da a la gente lo que la gente pide; y los periódicos y medios jalean la cosa como si fuese una rosa… Pero sigo preguntando, por si alguien sabe contestarme: ¿de verdad se creen que esto es lo que nos va a resolver el futuro?.. ¿de que eso, a lo que tanto animan y trompetean, es la solución?.. Explíquenmelo, ande, porfa…
Miguel Galindo Sánchez / miguel@galindofi.com / www.escriburgo.com