Pues que resulta, óigan, que el Ayuntamiento de Cádiz ha puesto farolas junto al monumento a la Constitución de 1812, con el anagrama de Fernando VII, aquél nefasto monarca que la abolió, aparte de cargarse todas las libertades…
Si la corporación es de derechas, demuestra fehacientemente su vocación absolutista y dictatorial, y si sigue siendo su alcalde el izquierdo/populista aquel de Kichi, lo que demuestra es una ignorancia e incultura histórica supina.
Sea como fuera, la contradicción es tan sangrante como evidente. No es ni siquiera una ironía, es un insulto a la inteligencia. Y un escupitajo a la democracia imperdonable.
Miguel Galindo Sánchez / www.escriburgo.com / miguel@galindofi.com