EN LA CLASE DE LA CASTA

Me cuesta mucho, muchísimo, llegar a creer la última parida estofada por la presidenta madrileña Isabel Díaz Ayuso. Hasta en ella, que ya es decir, es difícil de entender, pues apunta a que su cabeza empieza a no regir bien, que se le ha subido el poder a los bigudíes, como algunos, incluso de los suyos, ya apuntan, dado a lo estrafalario de su comportamiento últimamente… Yo coincido con el prestigioso columnista Julio Llamazares, y también creo que es normal en la clase de los de su clase, lo cual es aún peor, porque entonces querría decir que este país no tiene salvación ni remedio posible. Pero vayamos a los hechos:

Esta política, guapa para mujer y fea para persona, acaba de aprobar becas para hijos de familias con ingresos de hasta 180.000 euros, que, además y a mayor inri, estudian en colegios privados de alta gama… ¿Habrase visto mayor desbarre… o desburre?. Piensa la tal que, con el dinero de todos, el público, hay que ayudar a los ricos y pudientes que pueden pagar que sus hijos estudien en colegios clasistas y privilegiados. Y, encima de todo, intenta explicarlo diciendo que si todos los madrileños tienen derecho a elegir colegio para sus hijos en lo público, y aspirar a becas, los de los privados, que lo eligen por el poder de su bolsillo, también han de tener derecho a esas becas… Alucinante, doña Violante. A los que pueden y tienen, arrimándoles encima ayudas públicas.

Pero lo que verdaderamente espanta – por lo menos a mí, y ustedes perdonen – es que la dirección nacional de su partido, el PP, en vez de recriminar su actitud, haya salido en bloque en su defensa, incluso argumentando su portavoz en el Parlamento que “con unos ingresos anuales de 100.000 euros se es de clase media”, ¡¡¿?!! – ¿entonces yo, de qué clase soy que no llego a los 15.000, señor, o señora, quiensea?.. ¿de los parias?, ¿de la clase ratalcantarillera?..

El argumento en que se apoya esta gente, o lo que sean, para justificar tan atronante medida, es que “la libertad” ha de ser para todos (confunden libertad con derechos), pero no dicen que la justicia distributiva empieza por ayudar a los más débiles… No se conoce en toda Europa, ni en ningún país democrático, una propuesta semejante. Su Cuca Gamarra lo defendió sin ningún pudor ni vergüenza. Debe resultarles intolerable que José Mª el Tempranillo robara a los ricos para darlo a los pobres, pero debe sonarle normal robar a los pobres para darlo a los ricos… Como cita el mismo Llamazares a Bukowski en sus comentarios: “el problema del mundo es que las personas inteligentes están llenas de dudas, mientras que las personas estúpidas están llenas de certezas”).

Y eso mismo es lo que le pasa a Díaz Ayuso, como a tantos otros… Sobre todo a cierta derecha, ya que no quiero reconocer que a toda la derecha – aún me queda principios – pero sí a esa para la que la pobreza no existe. Les pasa como su número dos, aquél Enrique Osorio, que, ante el informe de Cáritas, miraba ostentosamente a su alrededor: “¿pobres?.. qué pobres?..¿dónde están los pobres?”, se preguntaba con todo su cinismo en una comunidad, la suya, donde más de la tercera parte de sus habitantes están en el umbral de la pobreza y siendo la capital con mayor nivel de desigualdad de toda España… Ahora reincide declarando que un ingreso de 143.000 euros es de clase media. Y siguen repitiéndoselo a sí mismos como un mantra hasta llegar a creerse la inexistencia de esa pobreza, y, por lo tanto, lo de la desigualdad también es un mito… Pero lo cierto es que en esta España nuestra se cuecen altos niveles de índices de desigualdad, y en Madrid, su Madrizzz, a carretás… Y esta es una de las mejores formas de lograrlo: que los pobres financien las becas de los ricos, doña Isabel dixit…

Luego está la otra verdad, óiga, maestro liendres, no se me escaquee usted tras haber pontificado, y explíqueme: si esto es así – y lo es – existiendo en Madrid un nivel de acusada pobreza y un alto índice de desigualdad, ¿cómo es posible que se haya votado a esta tipa casi masivamente en sus últimas elecciones?.. Y he de confesar que no lo sé, que lo ignoro, que no tengo ni puta idea… Quizá porque a los pobres les encanta el populismo (les susurran a la oreja lo que quieren oír, mientras le colocan bozal y ronzal)… Quizá por lo mismo que a Vox lo engordan la clase media-baja… Quizá por la misma razón que los “buenos alemanes” elevaron el nazismo al poder absoluto…

Pero el caso es que es así… A esta especie de Isabel la Católica también la auparon al poder una buena parte de clase-media-pobre encandilada por la simpleza de su mensaje: libertad para tomarse unas cañas en las terrazas… Pues, por el mismo sinónimo libertario, ahora decreta que todos sufraguen la beca de sus bolsillos a los hijos de los que pueden pagarles los colegios más caros y distinguidos, y que ellos, ni en sueños, pueden llegar a costear para los suyos. Y lo plantea de manera que, en vez de ser un abuso del rico para con el pobre, más bien parece un privilegio para el pobre concedido por el rico… Una cuestión de “libertad”, o de “su libertad”, claro. Una especie de ”después de que me limpies las botas, te dejo que me invites a un chato”… Pero lo que es peor, mucho, muchísimo peor, es que Feijóo el Moderado, esté de su lado… Ya dijo Napoleón que “en política, la estupidez no es ninguna desventaja”…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

Escriburgo

Durante 30 años fue vicepresidente de C.O.E.C.; durante 20 años Juez de paz; durante 15, Director de Caritas... Es autor de cinco libros. - Ha fundado varias ONG's, y actualmente es diplomado en RSC para empresas; patrón de la Fundación Entorno Slow, y Mediador Profesional.

Deja una respuesta