La UE ruega a los ciudadanos que reduzcamos, en lo posible, el consumo de energía, en sus versiones de gas, electricidad y gasolina. En España, ésta última ya sobrepasa los 2 euros/litro, y pone en riesgo los costos de todo por causa del transporte. Una manera de reducir los costos es bajar el consumo.
Ese consumo se divide en tres grandes áreas: la necesidad (trabajo), la familia (relaciones), y el capricho (ocio). Un profesor matemático universitario ha calculado los porcentajes de ese gasto:
Un 55% para lo primero; un 15% en lo segundo; y nada menos que un 30% en lo tercero… Creo que no hay que ser muy espabilado para saber dónde derrochamos esa energía, y de dónde podemos ahorrarla…