CARA SEMIDEMOCRACIA

La disciplina de voto es un mal negocio. Para la democracia y para la economía… Para la democracia, porque anula las conciencias de las personas, digan lo que digan. Es todo lo contrario a la libertad.

Para la economía, porque se pagan cantidad de super-sueldos para luego votar todos lo mismo como una sola persona. Más vale que esa sola persona vote por todos los demás, y se pague solo un super-sueldo por cada formación política. El que más votos represente, ese gana.

Saquen cuentas. Se ahorrarían millones. Tanto despilfarro por nada. Porque no hay mucho más allá del voto, y que no cuenten cuentos… Sin libertad de voto personal, nuestra democracia resulta cara por lo secuestrada que está.

Escriburgo

Durante 30 años fue vicepresidente de C.O.E.C.; durante 20 años Juez de paz; durante 15, Director de Caritas... Es autor de cinco libros. - Ha fundado varias ONG's, y actualmente es diplomado en RSC para empresas; patrón de la Fundación Entorno Slow, y Mediador Profesional.

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