Es un hecho demostrado que vivimos en un entorno cada vez menos seguro, también en pueblos, e incluso en zonas rurales. Tampoco las urbanas ciudades se libran, si bien en unos municipios más que en otros, esa es la verdad… En nuestra región, al menos, tan solo hay que verse – sufrirse – los informativos de la oficial Siete (mesina) para el más lerdo darse cuenta de la demanda de mayor vigilancia por parte de cada vez más barrios y lugares, zonas urbanas, colectivos y vecindarios… Los asaltos, robos, amenazas, destrozos y desmanes, abusos y violencias, proliferan como las setas tras la lluvia, (y no quiero dejar de hablar de las plantaciones de marijuana que nacen por centenas de la noche a la mañana). Pero le ponen la alcachofa en la boca de cualquier ciudadano, o ciudadana, y todos, todas y todes reclaman siempre lo mismo: más vigilancia y más seguridad.
Mire vuecencia y examine su ciencia: un contribuyente-penitente es herido por un acto de agresión indiscriminado… De inmediato, se traslada al correspondiente cuartel de la Guardia Civil a poner la consecuente denuncia. Le informa (la única persona que hay) que tendrá que esperar tres o cuatro horas o volver al día siguiente. El herido pide que, al menos, envíen un coche patrulla al lugar, donde se está poniendo en serio riesgo la vida de las personas, y se le contesta que no pueden porque no hay coche patrulla que mandar… Al día siguiente, se presenta el damnificado, y lo mismo: pierda usted media jornada de su trabajo, o vuelva mañana; y al siguiente, igual; y también al otro… ¿cómo reaccionaría cualquiera de ustedes?..
Pues bien… sepan que no es un ejemplo imaginado, sino que es un hecho real, a una persona real y en un lugar real de nuestra geografía real… Naturalmente – que no lógicamente – la reacción es de enfado y recriminación contra la fuerza de seguridad, que se suele generalizar a todas ellas… Sin embargo, ellas no tienen la culpa normalmente, ya que son la diana de las justas iras de las víctimas sin ser los responsables directos de su situación de carencia de medios y precariedad de efectivos. Los culpables, en conciencia, son sus superiores políticos que les recortan dichos medios y personal necesarios para poder realizar la función que se les exige con dignidad. Pero, eso sí, que cobran sus buenos sueldos por no cumplir con lo que es su responsabilidad. Luego, usted los oye hablar y parece que su única obligación es presumir de embustes, mentir y engañar a la gente que les vota… Y, sobre todo, disimular la auténtica y única verdad: que no tienen más presupuesto. Lo leal, entonces, y moral, sería bajarse todos sus sueldos en consonancia, o, en su defecto, dimitir. Pero eso es demasiada honradez para sus conciencias.
Otro ejemplo, que es el mismo ejemplo: ese sufrido ciudadano, se encamina a otro cuerpo más local; más cercano (en teoría, claro), más doméstico, al que los vecinos pagan su sueldo, y les suelta que hay un perturbado en determinado lugar, que le ha atacado y anda poniendo en peligro de accidente mortal a la gente. Y, entonces, tu policía municipal te dice, que bueno, que sí, que es un pobre loco que vive en condiciones infrahumanas, y que, de vez en cuando, se le cruzan los cables y se dedica a apedrear a los coches que circulan por la carretera; y que hace más de un año que lo saben, pero que no se ha podido hacer nada al respecto… (vuelvo a repetir que tampoco es un caso ni medianamente inventado, si no tremendamente real). O sea, que cualquier parecido con la realidad es la pura verdad, como se dice en las películas de no-ficción.
Si en este caso son faltas de medios, de personal, de dedicación, de entendimiento, de actitud o de aptitud… o de todo un poco, yo no lo sé; pero lo tremendamente cierto es que se está poniendo en riesgo la integridad – si no la vida – de las personas durante años, sin que nadie intervenga de manera efectiva ni haga algo al respecto. Y no es de recibo despachar al que va a denunciar con un parte de lesiones, con un “pasavolante” tan irresponsable por importante… Estamos hablando de la vida de las personas, no del robo de un saco de melones…
La reacción normal, y hasta lógica, del personal, ya se sabe: si tiene la suerte de tener un medio cercano y a la mano, pues quejarse y exigir; pedir y quejarse… ya saben: que si “no hay derecho”; que “hasta que ocurra una desgracia”; que “estamos invadidos por gentuza y aquí nadie hace nada”; y los videos furtivos de los móviles poniendo imágenes a los hechos, unos reales, otros falsos e intencionados, según el interés político del de turno… O si la vecindad está hartita de tanta patata frita, se animan y le echan una minimanifa al Delegado de Gobierno de turno, tras pasar por la Consejería correspondiente de la Comunidad , que se lo ha largado a Poncius Pilatus, tras, a su vez, habérselos sacudido el concejal y/o alcalde del lugar, diciéndoles que es cosa del gobierno regional, tal cual, tío Pascual…
Dicen que hay que endurecer las leyes… pues, vale, háganlo de una puñetera vez, que para eso vota cá cual a cá cuales… Es que deberían existir los juicios rápidos para no tener que poner en la calle a los delincuentes nada más echados mano… Pues aumenten el número de juzgados y jueces, que, por cierto, somos los últimos de Europa en dotación por habitantes… Es que debe haber más Fuerzas de Seguridad y menos de Inseguridad… pues háganlo o váyanse ustedes a su casa, a hacer lo que sepan hacer en vez de contar cuentos a los ciudadanos… Al final, todo reside en que somos el país de Europa con más funcionarios, pero que están mal, muy mal, repartidos: mucha ventanilla y poca calle… Y también con más políticos (nacionales, regionales y locales) a mantener a la sopa boba, en relación y proporción con el resto del mundo… Pero no hay un jodido número para atender una puñetera denuncia por agresión
. Mientras, que los Ángeles de la Guarda se las apañen, que pá esostán… Y yo, con muy mala leche, pregunto: ¿Y si empezáramos a poner querellas criminales contra todos esos irresponsables que cobran por no cumplir con su deber?.. ¿serviría de algo?..
MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com