MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES

Estoy en el porche de mi casa-retiro, empieza a declinar la luz de la tarde, y me ronda un eco de acelerones que impide concentrarme… Algún motero estúpido y lerdo se dedica a ir y venir, en vueltas sin sentido, por estas carreteras rurales… No entiendo cómo puede haber idiotas que les guste montarse en un ruido, por el solo hecho de eso mismo, de que hace ruido cuando acelera… Siempre comparo esto con la vaciedad mental de los que encuentran atractivo tal absurdo, pero igual puedo estar equivocado. Pueden ser seres semievolutivos, semipersonas, que gustan de experimentar velocidad asociada al sonido, ignorando que la primera es superior al segundo, por una cuestión de eso mismo, de segundos, precisamente… Pero ahí están, como los hombres primitivos, abriéndose el cráneo en los asfaltos en busca de una nada por descubrir en sus absurdos derrapes, pues lo otro, lo importante, ya ha sido descubierto.

Lo mismo que el gobierno de Sánchez, que, tras vueltas y vueltas (como este hombre-moscardón por la carretera) ha descubierto al final, que sí, que es verdad, que era cierto que el Mar Menor necesita ayuda en serio y en serie… Y que no es un zumbido de López Miras criticándole desde su nada más profunda, desde su propio vacío… Y no me duelen prendas reconocer que bien está lo que bien acaba, si es el acabar dándose cuenta de que el Mar Menor está dando las últimas boqueadas, aunque bien debiera decirse que bien está lo que empieza bien, puesto que aquí no acaba nada, si no que debe empezar todo…

Así que el Gobierno Central ha comenzado a reaccionar, tras el silencio clamoroso en los Presupuestos Generales del Estado. Y lo ha hecho con una partida (aún muy modesta) de más de 300 millones de euros, y con la implicación directa de cuatro ministerios: Transición Ecológica, Agricultura, Comercio, Turismo e Innovación, y la declaración explícita de Interés General, que es algo así como un lacre preferencial que se pone como sello al paquete. Lo cual es loable y recomendable… El que la inyección venga tarde al culo del enfermo, o venga a punto – eso ya se verá – lo importante, como decía el padre de la zagala, es que las intenciones sean buenas.

Luego comenzarán los acompañamientos políticos, según convenga a cada cual, dentro de la pista del circo regional. Con eso se cuenta, naturalmente: los de la nómina del Psoe, delegación de gobierno, secretaría general y demás adláteres, que se van a encargar de poner letra y música a los “quejíos” lopemiranos, o sea, que sí que estamos por la labor; que a ver tú, que tanto blá-blá-blá y a ver qué haces; que menos lobos, Caperucita… Y los del PP en la poltrona, soltando que gracias a sus puñetazos en la mesa (¡huy, qué miedo!); que ellos les han señalado el camino a los de Madrid; que si no hubiera sido por el gobierno regional, ¿dónde va a parar?.. Todo esos prolegómenos, de principio, que luego ya se pondrá López Mirayuso a poner pegas y enfrentarse al más puro estilo e imitación de la madrileña… Es lo suyo.

Toda esta parafernalia de actuaciones ya nos la conocemos por lo sobrado… Es cierto que bien podrían cambiar algo el numerito, a fin de aburrir menos y entretener más, pero no saben… Aquel Teatro Marquina que en la posguerra iba de pueblo en pueblo entreteniendo el hambre, llevaban más surtido y variedad en su oficio que los partidos políticos de hoy en día, con sus políticos partidos, paridos y no sudados. Como de aquí a Lima…

Es como la estrategia, ya manida, de soltar cuatro perras cuando ya no se esperaba nada… Que deberían ser nueve perras, pero así quedan agradecidos y aún se ahorran cinco perras… Porque, no nos engañemos, el plan de choque que necesita el Mar Menor es de, al menos, diez veces más. No basta con pagar unos buenos remiendos, pues, a veces, el parche se lleva por delante el paño. Lo que se necesita es un recosido, integral y en profundidad, de la laguna…

…No un petardeo, como el tonto de la moto de al principio, para llamar la atención de que hay un superhéroe corriendo por el barbecho haciendo todo el ruido que puede… Ustedes ya me entienden… y si no me entienden, pues allá ustedes…

MIGUEL GALINDO SÁNCHEZ www.escriburgo.com miguel@galindofi.com

Escriburgo

Durante 30 años fue vicepresidente de C.O.E.C.; durante 20 años Juez de paz; durante 15, Director de Caritas... Es autor de cinco libros. - Ha fundado varias ONG's, y actualmente es diplomado en RSC para empresas; patrón de la Fundación Entorno Slow, y Mediador Profesional.

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