Un nuevo Decreto extiende a 11.000 hectáreas agrícolas junto al Mar Menor la prohibición de fertilizantes nitrogenados, mientras la crisis última de la laguna provoca cancelaciones en hoteles y vacía los restaurantes… Eso dice el periódico.
Sin embargo, científicos y geólogos alertan de que «ninguna solución es posible en el espacio natural si no se actua sobre las aguas subterráneas (acuíferos)»… Pero, sorprendentemente, si a un agricultor se le ocurre abrir un pozo que alivie tales niveles, lo multan y lo crucifican…
Cuando solo se quiere ver y demonizar solo una parte del problema y ocultar la otra, no existe solución alguna. O es integral, o nada funcionará.