Hace días leí en el periódico que «ninguno de los doce ingresados en las Ucis de la región por Cóvid estaba vacunado…». Pues qué quieren que les diga, que me alegro, que se joroben, que buen provecho pues…
Es que, cuando uno sabe que la pandemia aún campa por sus respetos porque a un alto porcentaje no le da la real gana de vacunarse, se vuelve borde… Ellos atentan contra la salud pública, y la salud pública tiene que salvarles el pellejo…
Deberían ir cayendo todos, uno por uno, en los hospitales, y que allí les preguntasen si tampoco quieren asistencia sanitaria… Y que le presentasen su responsabilidad ante sus narices, si es que aún conservan la vergüenza, claro…