Me da la impresión (por no decir depresión) que este fin del estado de alarma se nos está yendo de las manos. A todos. Por supuesto que al gobierno el primero, pues entre ministros y presidente se desmienten unos a otros, y han convertido esto en un circo donde cada payaso va por su lado… Sánchez no lo ha podido hacer peor. Con tiempo suficiente para haber preparado un marco legal donde encajar una normativa para las comunidades, ha dejado la responsabilidad a un lado y que cada cual se las arregle como pueda… Criterios judiciales – distintos y dispersos – antes que criterios sanitarios, y, por supuesto, intereses políticos y no de salud pública. Una gestión, al final, desastrosa… Solo sabe decir y repetir que las comunidades tienen herramientas suficientes para hacer frente a esto, como un autómata, pero no dice (ni una sola vez se lo he oído) cuáles son esas herramientas… El caos está servido.
Si hablamos de la acogida del extraño fin de la extraña alarma en la población más joven, el fenómeno producido de amogollonamiento febril y estúpido, como si se celebrara el fin de una guerra, no puede ser más penoso. Yo no sé si es una gigantesca incultura, una inmensa irresponsabilidad, o una manifiesta ainsolidaridad, o, simplemente, generaciones de atrasados mentales, y sus padres me perdonen… Si en plena prohibición se saltaban las normas con absoluto desprecio al sistema sanitario y a la vida de las personas, ahora, sin trabas y sin bozales, es un estallido de hedonismo puro, ciego y cerril. Las imágenes regaladas por los medios de comunicación son pavorosas. Manadas de jóvenes sin freno, berreando como lunáticos poseídos, e incluso agrediendo a policías que osaban interponerse a su descontrol…
Y, lo que es peor, mucho peor, descerebrados gritando ¡¡libertad!!, sin saber lo que es la verdadera, la auténtica, la genuína libertad… Hemos maleducado y peorformado a legiones de jóvenes que creen que la libertad reside en tomárselas, en la fiesta contínua y en el consumismo más animal y abyecto… Ese es su concepto de libertad. Algo muy atractivo para cualquier tirano populista que los haga esclavos en una sociedad sumisa carente de valores. Echémosles la ración de pienso en sus abrevaderos de ganado, y los tendremos felices y contentos. Se considerarán libres y completos… ¡ pobres ignorantes desgraciados ¡..
Luego, por otro lado, tenemos el desbarajuste organaizativop a la hora de suministrar las vacunas a la población: ciudadanos a los que mandan de un centro de vacunas a otro sin la menor consideración; horarios que se incumplen y no se respetan por sistema; llamadas que no se hacen, y las que se hacen que no se atienden; cientos de vacunas que faltan tras haber citado a miles de ciudadanos; millares de vacunas paralizadas, a la espera de una segunda dosis que nunca llega, sin explicación racional alguna ni morivo aparente… Un todovale en los puntos de vacunación, con la sensación transmitida a la ciudadanía de “tú prueba, a ver si cuela”… y, claro, todo cuela. Y ninguna de las tres cosas, sin visos, ni ánimo, del mínimo arreglo. Al gallinero legal de la “dejada” de responsabilidades, no se le vé más salida que el poder judicial tome las riendas del administrativo. Un absoluto contrasentido… Al desastre festero y botellonero, que las multas, que ni se cobran ni se van a cobrar, las sustituyan penas de mayor dureza y calado… Y al desbarajuste administrativo sanitario, que sigan como van, si es lo que quieren, pero que consejeros, directores generales y demás mamandurrios, se vayan a la calle, dejen de cobrar por lo que están haciendo rematadamente mal, y con eso compren máquinas expendedoras de números, de esas de los supermercados y oficinas de servicios, que harán mejor papel y dará mejores resultados…
Ahora dice el excelso, que para Agosto (primero dijo en Junio, luego en Julio…) se habrá logrado la inmunidad de rebaño, y el Cóvid estará vencido, aquí, en España… En lo primero, oculta y calla el porcentaje (alto) de gente egoísta, insolidaria y negacionista, que no se está vacunando. Y, en cuanto a lo segundo, ni él, ni nadie, sabe todavía cuándo se podrá considerar vencido un virus que aún posee una capacidad de mutación y contagio considerable, y de reactivación sobresaliente, que, en cualquiera de estas juntadas juveniles se puede reactivar en cuatro brotes seguidos… Pero el fantasma de la Moncloa vá por su lado, y lo que cuele, pues eso que ha colado…
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