Las declaraciones «antivacunas» de nuestra nueva Consejera de Edu-caca-ción y Cultura, ha causado indignación en la comunidad científica y sanitaria de la región y de la nación, que piden su dimisión. La primera, en la frente.
Es un signo de identidad de la ideología que defiende ( Vox) al fin y al cabo, y un aviso de por dónde van a ir los tiros en sus incompetentes competencias para con la de-formación pinparentalista en los colegios…
Esto demuestra, al menos, un par de cosas: que el presidente cubre su permanencia pagando el precio que sea; y que le importa bien poco la Educación y la Cultura.